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MELUSINA: EL CORAZÓN Y LA GARRA

Nuestra expedición sobrenatural

Melusina: el corazón y la garra, a pesar de lo que pueda parecer, no representa ninguna ficción. De ahí que no sea una novela y de hecho, tampoco es un libro. Es un viaje al centro de otra dimensión, una expedición alucinante a la que esperamos, dentro de poco, se unan científicos. Aquí cuento lo que nos ha ocurrido (a Robert Usseglio y a mí) a lo largo de 3 años de investigación. De una manera cronológica, salpicando la narración con datos históricos, con el fin de que el lector pueda ubicar a la compleja y sofisticada Melusina en el contexto humano. Para que también pueda vivir en primera persona aquellos acontecimientos de la Alta Edad Media y los que acontecieron a nuestro equipo durante esa investigación-expedición. Y no te quepa la menor duda, a ti que estás leyendo estas líneas de que Melusina, ese ser elemental y universal existe. De hecho, es más que probable que sea inmortal. A través de estas páginas y fotografías, verás cómo cambian sus “avatares” y presenciarás en primera persona de qué manera ha irrumpido y sigue haciéndolo, en nuestra evolución. Para cruzarse con nuestra ralea y “hacer dinastía europea”.


SINOPSIS 

Durante el año 2017, Sergio Arrieta y Robert Usseglio descubrieron en un libro que León V de Armenia, quien posee una calle en Madrid, había sido destronado y secuestrado en El Cairo. Corría el año 1375. El entonces rey de Castilla, Juan I, apiadándose de su homólogo armenio, pagó el rescate antes de nombrar a León señor de Madrid, Andújar y Villareal (hoy Ciudad Real). Pero lo que descubrieron en segundo lugar Arrieta y Usseglio fue que el rebautizado León I de Madrid, que había sido prácticamente rey de esa villa durante ocho años, descendía de un… ¡hada! El hada Melusina, fundadora del pueblo de Lusignan (Francia, región de Poitou), así como antepasada de toda una estirpe homónima, y real. ¡Real por partida doble!

Tirando del hilo, la madeja dio muchísimo de sí. La investigación empezó en Lusignan y acabó en Madrid, pasando por el antiguo reino de Aragón. Ese linaje medio humano, medio sobrenatural, del que habían salido ramas dinásticas europeas, dio sus frutos, verbigracia, en Jerusalén, Chipre, Armenia, Luxemburgo o Bohemia. Esa hada, la más famosa y emblemática de Europa, es una de las más enigmáticas y responsable de ríos de tinta desde hace un milenio. Hasta tal punto, la fundadora de Lusignan representa un cruce entre lo sobrenatural y lo histórico, que el gentilicio femenino del pueblo es melusina (Mélusine en francés). En cuanto a los hombres, se llaman melusinos, y toda la comarca el País Melusino.

Cuando Arrieta y Usseglio visitan Lusignan, se dan cuenta de que ella campa a sus anchas élficas por todas partes; aunque apenas está promocionada, desde el punto de vista turístico. De hecho, los lugareños suelen hablar de ella con respeto y se muestran parcos en confidencias. Eso sí, el hada serpiente aparece en todas partes, a lo largo y ancho de Lusignan. En una suerte de templo con columnas, bajorrelieves aquí y allá, pinturas, rótulos, antiguas esculturas en la estación.

Que las habitantes de un pueblo se llamen como un hada ya tiene miga. Pero lo que realmente deja a los investigadores de piedra, y nunca mejor dicho, es descubrir tres Melusinas en las fachadas… ¡de la iglesia! Y ni siquiera el párroco o los historiadores locales saben por qué ese ser élfico con alas de murciélago y cola de serpiente se encarama tres veces a su fachada.

Pero la madrileña no es la única pista española. En efecto, tras su traición y la partida definitiva de su esposa transformada en serpiente alada, Remondín se retiraría a la abadía de Montserrat, en el antiguo reino de Aragón, donde años más tarde moriría como ermitaño. También seguirán los investigadores esa pista para averiguar si ese dato histórico es real o imaginario. Poco a poco, se dan cuenta de que Melusina ha irradiado en muchos países, inspirando a grandes artistas, como por ejemplo Manuel Mujica Láinez, en cuya novela El unicornio es la protagonista; Goethe, que escribió La nueva Melusina; o Rabelais, donde ella aparece en sus famosos Gargantúa y Pantagruel. Sin hablar de los escultores, pintores o músicos como por ejemplo Mendelssohn (The Fair Melusina).

Pero lo más alucinante es que Melusina, empeñada en demostrar su existencia, les ha acompañado durante esos dos años y medio hasta hoy, apareciendo en fotografías y multiplicando las señales… Particularmente dos: el corazón y la garra.


LA FUENTE DE MELUSINA: EL CORAZÓN Y LA GARRA

Todo empezó con un proyecto que teníamos, mi mejor amigo (casi hermano) Robert Usseglio y yo: el de escribir un libro sobre el mundo de los elfos, y particularmente el de las hadas. Seres en cuya existencia cree él también a pies juntillas, desde una suerte de “revelación” que experimentó a finales del 2009.

Una noche, mientras nuestro proyecto marcaba el paso, abrí un libro muy bueno, escrito por Jesús Callejo: Hadas. Guía los seres mágicos de España (Edaf) y en este, descubrí que un descendiente del hada Melusina había sido prácticamente rey de Madrid, a finales del siglo XIV. Lo investigué un poco por encima vía Internet, y mis ojos se agrandaron. Saltando de artículo en blog, de blog en crónica, descubrí con el corazón desbocado la fascinante leyenda de Melusina y su dinastía: los Lusignan.

Ahora, dos años y medio después de aquella noche, sé que ella se estaba sonriendo porque su plan, que probablemente había iniciado muchísimos años antes, se estaba cumpliendo. Seguidamente, le escribí vía Facebook a Robert y le propuse este tema, sabiendo de antemano que iba a encandilarle. Y, efectivamente se entusiasmó al igual que yo sin apenas conocer, de momento, la complejidad magnética y turbadora de la “expedición” en la que nos estábamos embarcando. Rápidamente, Robert se puso a documentar la obra y ante nosotros se abrió un mundo medieval repleto de claroscuros, que entrelazaba lo sobrenatural con lo histórico, de una manera íntima.

Conforme descubríamos la descendencia del hada (en la leyenda y la vida real, esto es, en ambos mundos), empezaron a desfilar ante nuestros ojos personajes históricos como Catalina de Médicis, Juan I de Aragón, el rey san Luis, Ricardo Corazón de León... Surgían decenas de castillos, iglesias o torres llamadas como ella, que el hada serpiente había construido, blasones inspirados en el color de su cola, etimologías que se corresponden con su nombre por 80 ciudades pueblos o aldeas, donde se ha aparecido. También descubrimos hartos libros que se escribieron sobre ella, de los cuales dos que han sidos nuestros “cuadernos de bitácora”. Inspiró por ejemplo a Manuel Mujica-Láinez (El unicornio), Rabelais (Gargantúa y Pantagruel), Goethe (La nueva Melusina), poetas como Octavio Paz o André Breton, músicos como Mendelssohn. Nuestros viajes a Lusignan, aquel pueblo fundado por ella y cuyas habitantes llevan el nombre del hada, no hicieron sino confirmarnos que estábamos ante una aventura increíble. En el primer viaje, empezaron los fenómenos paranormales y las casualidades imposibles. Sin hablar de las fotos impactantes, donde ella (y en algunas, sus hermanas) quiso dejarse retratar, tanto en Lusignan como en..., ¡Madrid!

Durante toda esa investigación histórico-élfica, Melusina nos ha acompañado realmente, premiándonos con una señal universal: el corazón y nos advirtió o frenó, mediante otra un tanto inquietante: la garra. Por supuesto, siempre hemos tenido en cuenta esta última, ya que como decía Antoine de Saint-Exupéry: “Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer”.

SOBRE NUESTRO LIBRO Y SU EXPEDICIÓN

Este libro no representa ninguna barrera para ningún lector potencial, bien sea escéptico o no. Nos gustaría que al abrir su tapa, las mentes científicas lo hicieran sin aprioris cientificistas y aplicaran la primera frase que Isaac Asimov escribió, en su libro Nueva guía de la ciencia, para definir esta última: “Al principio, fue la curiosidad”. En cuanto a los historiadores, hemos descubierto muchos desencuentros entre ellos, lo cual nos ha obligado a menudo a zanjar ciertas incógnitas, mediante la intuición o la deducción. Aunque también hemos consultado a historiadores medievalistas, como Nathalie Kerignard o especialistas en lo melusiniano como Marie-Françoise Collon.

Siglo tras siglo, han aparecido testimonios de personas fiables que afirman haber visto a Melusina, lo cual puede tranquilizar a nuestros futuros lectores sobre nuestro equilibrio mental. Y si se relajan, se convencerán paulatinamente de que Robert y yo no somos del estilo a inventarnos una historia de estas características y menos aún a manipular fotos. No todo vale para vender libros. Entonces, es muy probable que vislumbren el otro mundo página tras página, y se abra ese universo alucinante del que hablaba antes. Se van a desplegar los bosques de Vouvant (y su torre Melusina de 45 m, que se puede visitar), de Mervent, de Fontenay-le-Comte, poblados de caballeros, crónicas antiguas, fuentes con nombres sugerentes. El lector se dará cuenta paulatinamente, de que algunas leyendas apenas esbozan la realidad que intentan narrar.

Nosotros, dado que conocemos la existencia real de ese ser, jamás nos atreveríamos a mentir sobre el mismo. Porque en el fondo..., ¿quién es Melusina? Bien sabe el lector que las palabras encierran y reducen demasiados conceptos. ¿Un hada? ¿una diosa? ¿un súcubo o un demonio de la mar? Probablemente todo ello junto y mucho más, que nuestra mente humana nunca alcanzará a entender. De ahí que las leyendas intenten explicar lo inexplicable, con un lenguaje humano.

Cuando empezamos a descubrir información más que sorprendente y a vivir en primera persona hechos anómalos, tuvimos Robert y yo un debate que duró poquísimo. La pregunta era: “¿Debemos callar la verdad porque parece increíble, o decirla aunque parezca increíble?” La respuesta fue: diremos la verdad. Y de seguro, Melusina volvió a sonreír desde su invisibilidad, aliviada. Porque esos seres aman profundamente la verdad.

DATOS HISTÓRICOS SOBRE MELUSINA Y LOS LUSIGNAN

Desde el siglo 10 hasta el 14, la historia de Poitou se mezcla con la de Melusina. Es la antepasada de la dinastía feudal de los Lusignan, que llegó a ser una de las más poderosas de Francia. Algunos de esos señores feudales llegaron a luchar contra reyes de Francia, como por ejemplo san Luis, o de Inglaterra, como Juan sin Tierra. Melusina es un ser que incluso desconcierta a la religión. El reformista Martín Lutero, que también creía en su existencia, decía que era un súcubo. En cambio, la Orden Real de Melusina, que se halla bajo la protección del hada, estuvo a su vez bajo la del papa en el siglo XIX. De hecho, algunos cardenales recibieron la Gran Cruz de Melusina, así como el rey Alfonso XII.

He aquí la leyenda a grandes rasgos, la cual se mezcla íntimamente con la historia:

Melusina y sus dos hermanas, Melior y Palestina, tras haber encerrado a su padre en la montaña de Brumbloremlion, ubicada en Northumberland, son maldecidas por su madre Presina. Con el fin de llegar a ser mortal, esto es, morir de muerte natural, Melusina deberá encontrar un hombre que prometa no intentar verla los sábados, mientras ella toma su baño, transformándose en mujer serpiente. Si su marido desvelase ese secreto, seguiría siendo un hada para siempre.

Melusina se encuentra un día con un tal Remondín en el bosque de Coulombiers, cerca de la fuente de Cé y le propone casarse con ella. Antes, le expresa esa condición impuesta por su madre: no verla los sábados, mientras se baña. Él acepta dicho pacto y Melusina le convierte en el señor más poderoso de Poitou. La mujer hada le regala un castillo, cuyas ruinas se pueden visitar hoy en día, incluidas las de la torre Melusina, que fue la más alta de todas. Llegó a ser la fortaleza más importante (350 metros de largo) y poderosa de toda Francia, con sus tres recintos de murallas, jalonadas por diez y siete torres y torreones. Durante muchas noches, Melusina, la cual pertenece a la ralea de las hadas “edificadoras y que desbrozan”, construye múltiples castillos o monumentos a lo largo y ancho de Francia. Algunos siguen en pie y llevan todavía el nombre del hada, como la famosa y espectacular torre Melusina, en Vouvant.

La pareja Melusina-Remondín tiene diez hijos varones, de los cuales ocho poseen una tara física, herencia de los “genes” maternos. Un día, el secreto de Melusina es desvelado, a raíz de un suceso horrible, protagonizado por uno de sus hijos: Joffre el del Gran Diente. La ira de Remondín estalla y tras sus insultos dirigidos a Melusina, ella sale volando con un grito horrible por una ventana del castillo. Transformándose en una mujer dragón, ya que la maldición materna se está cumpliendo. Se puede ver la huella que dejó su garra en uno de los peldaños (que otrora, fue alfeizar de esa ventana) de las escaleras que llevan a la baja ciudad. Jamás volverá a verla su marido. El hada solo regresará a escondidas por las noches para amamantar a sus dos hijos pequeños. Los únicos que no poseen tara alguna. Desde entonces, Remondín, la dinastía Lusignan y sus reinos de ultramar, experimentan una lenta decadencia. De hecho, en estos momentos, el pueblo de Lusignan está de capa caída, ya que según sus lugareños, el hada también lo maldijo profetizando antes de irse: “Nada resistirá en Lusignan”.

Desconsolado por haber perdido el gran amor de su vida, Remondín se refugia en la abadía de Montserrat que cuando entonces, pertenecía al antiguo reino de Aragón. Allí, se hace ermitaño sin revelar su identidad. Años más tarde fallece, probablemente a una edad más que honorable.

Dicen que el hada Melusina sigue hoy en día prediciendo y anunciando las calamidades o defunciones a los descendientes de esas familias reales que fundó. Con tres gritos horribles en el cielo, similar a los que profirió cuando salió volando por la ventana del castillo de Vouvant, al perder su existencia humana. Nosotros (mi documentalista-fotógrafo y yo), también lo afirmamos: Melusina..., ¡existe!

OTROS DATOS CURIOSOS

Al final de una hoja, que resume la leyenda de Melusina (y que dan en la misma iglesia), “Se agradecería a cualquiera que pudiera aportar más información y decirnos por qué figuran hadas sobre una iglesia...”

Puede que sea el único caso documentado de un hada cristiana (solía rezar cuando sus hijos se iban a guerrear). Existen códices, magníficamente ilustrados, sobre las distintas fases de la vida de Melusina, por ejemplo cuando rezaba.

Las ambulancias de ese pueblo, se llaman “Ambulances Mélusine” y no Lusignan.

La madre de las tres hadas, Presina, tras maldecir a sus hijas mandó a Palestina al monte Canigó, el cual pertenecía al reino de Aragón. Juan I de Aragón (el Cazador), le dijo a Jean d'Arras que él y los súbditos de su reino, solían verla por ese monte.


Sergio Arrieta – Biografía sucinta

Autor hispanofrancés. Creció en un ambiente familiar bilingüe. A muy temprana edad, empezó a escribir relatos cortos y poemas en ambos idiomas. Ha publicado numerosos relatos breves en revistas y antologías. No te llamaré Soledad, fue su primer libro de relatos publicado en solitario (Elea – Bilbao 2003). En octubre de 2016, publicó la novela La muerte alucinante de Lautréamont (Playa de Ákaba). Es el autor de los poemarios: Ces jours que je t'abandonne (Éditions Pluralistes 1982, premiado dos veces en París y Marsella), bajo el seudónimo Denis Lortecia; Brasero phréatique (Maïatz – 1989), Al borde del tiempo azul (Nautical Union Works 2011), La luz negra de tu ausencia - Ebook (Playa de Ákaba – Madrid 2014). También es el autor de la obra de teatro La receta de la fabada (Compañía de teatro Media Luna - Madrid 2019). Acaba de publicar el libro Melusina: el corazón y la garra (Libros.com – Madrid 2021).


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